En el supuesto de que la madera ya esté pintada, primeramente frotaremos con papel de vidrio para abrir poro a la superficie, y asegurar una buena adherencia del esmalte (sintético y/o acrílico).
En el supuesto de que la madera no esté pintada, aplicaremos con carrete o brocha una primera capa de imprimación al agua (rápido secado y no huele). Dejaremos secar 2-3 horas y frotaremos esta capa con papel de vidrio para dejarla apunte para ser esmaltada.
Aplicaremos con un rodillo o brocha la primera capa de esmalte sintético o acrílico, escogiendo su aspecto final (mate, satinado o brillando). Dejaremos secar un mínimo de 12 horas.
Después de comprobar que la primera capa de esmalte está completamente seca, daremos con el rodillo o la brocha la segunda capa de esmalte.